Foto de la Agencia EFE |
Vivió al lado de
Pep, hasta que un buen día, como si fuera un sueño, ¡zas! Director Técnico del, en ese momento,
mejor equipo de fútbol en el mundo. Y lo supo acompañar y guiar. Dejó de ser "el tal Pito" de Mourinho, para convertirse en el mandamás de los blaugranas. Luego tuvo
que hacerse a un lado y lo supo hacer. Pudo regresar y lo hizo, antes de su segunda y última partida futbolística, cuando de nuevo supo irse... Y ahora está
en compañía de Dios.
No sé, siempre me pareció uno de
esos personajes de “carne y hueso”, sobre los que vale la pena
cimentar un par de valores. Al menos, eso me deja a mí... Sin conocerlo de
nada, solo por observar su desenvolvimiento en un mundo tan complejo y
muchas veces tan oscuro, como lo puede ser el fútbol, más en ese nivel. Él supo estar
ahí... Y, por ello, el fútbol lo reconoce y lo recuerda hoy.
En este deporte, su
mundo, pienso que pese a errores, fallas y desaciertos, bien podría decirse, de
él, algo parecido a lo que escuchamos el pasado domingo, cuando dijo Pedro de Jesús: “... pasó haciendo el bien”. Pasó... Fue un paso breve pero sustancioso, siendo parte -protagónica- de una de las historias deportivas que siempre recordaremos. Ayer se fue, anticipadamente, pero en nuestras mentes quedará. ¡Visca Tito!
Por José Miguel Goñi
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